En más de una ocasión a falta de un buen libro me he visto en el metro creando una vida nueva para los usuarios que viajan conmigo en el vagón: "Que chica tan estudiosa, seguro que es de las que se agobia por haber sacado sólo un notable" "Ese tiene una entrevista de trabajo, ojalá y le vaya bien" "Que peripuesta la señora, parece que ha quedado a tomar café con las amigas. A lo mejor llevan años quedando cada miércoles para ponerse al día de lo sucedido esa semana" "¡Que tipo tan interesante! seguro que viaja muchísimo, bueno a lo mejor no tanto, pero al menos habla inglés porque el libro que lee lo es, ¿tendrá buen acento?.. tiene pinta, bueno también tiene pinta de tener novia. ¿Por qué será que todos los guapetes interesantes están pillados?"
Muchas veces no somos lo que reflejamos, ni las cosas son lo que parecen. Al final cada uno saca sus conclusiones, sean estas acertadas o no. Y así pasamos de tener una historia (la real) a tener varias (las que los demás cuentan de nosotros).
Christopher Makos y Paul Solberg surgieron como identidad artística en 2004. Su nombre está tomado de uno de los iconos de nuestra época, Paris Hilton quien representa lo banal, lo escandaloso y lo intrascendente. Su nombre hace también referencia a las hermanas Hilton, las gemelas Daisy y Violet que, vendidas por su madre, fueron exhibidas por estar unidas por las nalgas y la cintura.
Sus colaboraciones comienzan con una serie de dípticos en los que fotografiaban dos objetos de manera individual para posteriormente unirlos en una misma impresión.
Es una exposición digna de ver y repetir.
Como ellos afirman su arte responde a "su deseo de producir objetos que respondan a la idea tradicional de lo que popularmente se reconoce como bonito"
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