martes, 13 de abril de 2010

Magasand


Hace un mes que no actualizo el blog con ningún post. No voy a mentir, ni pretender engañarme a mi misma. No ha sido por falta de tiempo, ni por falta de actividades, porque lo cierto es que he descubierto nuevos lugares, hay varias exposiciones que quiero visitar, recientemente he ido al teatro (aunque, siendo honesta no llegué a entrar porque llegamos tarde), he estado en el concierto que Alberto de Paz dio en Libertad 8, la moda inunda las calles... la verdadera razón es que he estado un poco perezosa para escribir. Por "suerte" estoy enferma así que aprovecho mi convalecencia para ponerme al día.

En la carrera, una de las cosas que aprendes es que estamos bombardeados por publicidad, allí donde miremos hay publicidad. Pero no nos vemos afectados por cada uno de los anuncios que nos rodea, sino que nos llama la atención aquello que es de nuestro interés, ahí es cuando pasamos a ser el target de la empresa en cuestión.
Hasta hace unas semanas, yo vivía feliz pensando y proclamando a los cuatro vientos que los AdSense, los Ad de Facebook, y cualquier pop up que saltara, no me afectaba. Sencillamente mi cerebro saltaba por encima de esa información.

Pero si escribo este post es debido a que uno de los anuncios de Facebook sí llamó mi atención, aunque todavía me pregunto cómo lo consiguió, puesto que el nombre de la empresa no me decía nada (y sigue sin hacerlo) y la pequeña foto era algo confusa. A pesar de eso clické.

Magasand, es un pequeño local situado en la Travesía de San Mateo 16, una calle que corta Hortaleza, y es también el anuncio que llamó mi atención. Su tarjeta dice:

incredible - sandwiches - impossible - magazines

Es exactamente lo que ofrecen, sandwiches increíbles y revistas de moda, estilo, tendencias no muy fáciles de encontrar. El local tiene mucho encanto, aunque no mucho espacio, la decoración tiene un estilo moderno pero acogedor, el ambiente es calmado por lo que si quieres trabajar tranquilamente con tu ordenador, leer o simplemente charlar, se disfruta.

La carta es bastante amplia, y puedes personalizar lo que pidas a tu gusto. Ofrecen ensaladas, crêpes, sopas caseras, smoothies...
Yo pedí un sandwich, porque había leído en alguna web, que eran la especialidad. Tengo que decir que me encantó, lo volvería a pedir y por supuesto volvería a cambiarle el pan, porque si algo me gusta es que el pan tenga mucha miga.

En cuanto a la atención, no se si siempre tratan de la misma manera (tendría que volver para comprobarlo) pero el chico que nos atendió fue súper agradable y paciente, más tarde tuvimos la oportunidad de charlar con el propietario quien fue también muy amable.

Toda esta maravilla se traduce en euros, por supuesto. No es precisamente económico, pero todo se paga: buena comida, buen ambiente, buen trato. Llega un momento en el que vas más allá del producto y buscas una combinación en el que la "b" esté siempre presente, este es el caso. No es demasiado económico, pero merece la pena ir de vez en cuando y recomendarlo.

Cometí el error de no copiar el nombre de lo que pedí y las fotos irán sin título.


Magasand - entrada







Magasand - planta de arriba