Según Ovidio: "cuando el Fénix ve llegar su final, construye un nido especial con ramas de roble y lo rellena con canela, nardos y mirra, en lo alto de una palmera. Allí se sitúa y, entonando la más bella de sus melodías, expira. A los 3 días, de sus propias cenizas, surge un nuevo Fénix, y cuando es lo suficientemente fuerte, lleva el nido a Heliópolis, en Egipto, y lo deposita en el Templo del Sol".
Para mi el diseñador mallorquín, Miguel Adrover, es como el ave Fénix, durante mucho tiempo brilló en NY, llegando a ganar incluso el "oscar de la moda", el Premio Perry Ellis. Pero el 2001 y los atentados tambalearon los cimientos de su carrera. Llegaron incluso a tacharlo de talibán. Digo tambalearon y no derrumbaron porque, como el ave Fénix, ha resurgido de sus cenizas y lo hace con muchas más fuerzas ya que las experiencias vividas estos últimos años no es más que una etapa que ha dado paso a otra que desde luego brillará. Miguel Adrover vuelve al mundo de la moda de la mano de Hess Natur. Y aquí es donde el fénix abre sus alas y emprende el vuelo, nada mejor para volver a los escenarios que con moda ecológica.
Nueva York le vuelve abrir sus puertas en septiembre. Un genio regresa.
