jueves, 6 de mayo de 2010

La traviata


A esta entrada le van a sobrar las palabras. Porque al ballet, y a la danza en general, le sobran las palabras.

Cada gesto y movimiento, cada pirueta o salto, es una palabra, una frase o una emoción, que el cuerpo del bailarín expresa, nuestro cerebro entiende e interpreta, y nuestro corazón siente.

De nada sirve que me siente aquí a escribir y describir La Traviata llevada a ballet por Iñaki Urlezaga. Puede que haya detractores de esta versión, pero no me cuento entre ellos, si tuviera menos sentido del ridículo habría gritado ¡Bravo! como hizo más de uno anoche en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid.