Cartas de amor

Adolescente, muy flaquita, acné, nadadora profesional (nada por delante, nada por detrás...), tímida, insegura, enamorada de un cretino tras otro que además de romperte el corazón te ridiculizan.
Que panorama, parece el guión de una película de instituto americano. Pero esta vez no se trata del argumento de cine más utilizado para jóvenes adolescentes, sino que hablo de mi, lo que vendría a ser la inspiración de cualquer guionista.
Soy el patito feo que se ha convertido en cisne, ya puestos elijo ser el cisne de Chanel. Y soy ese patito feo, convertido ya en cisne de Chanel, al que no le importaría encontrarse de nuevo a alguno de esos cretinos. Y es que somos muchas las que hemos dado el cambio, así que creo que son muchas las que entienden este primer párrafo.

¡Genial!
Porque hoy quiero hablar de una de las obras de Aleksandr Pushkin, ruso, poeta, dramaturgo y novelista. Este clásico de la literatura rusa escribió Eugeni Onegin y Tchaikovsky lo adaptó a ópera. La historia trata de un amor no correspondido, una joven enamorada que envía una carta llena de sentimientos a un arrogante muchacho que la rechaza. Pasado el tiempo este los reune, Eugeni ve el cambio que ha dado la joven y se arrepiente de su error (el sueño de toda rechazada).
El final no os lo cuento, pero sí os puedo decir que yo disfrutaré de esta historia representada por el Ballet de la Ópera de Munich el 1 de agosto en el recinto ferial de la Casa de Campo. Ya os contaré que tal me fue, pero si podéis y el ballet os gusta es mejor que no os lo perdáis.
¡Buen fin de semana!