Mi amigo Isaac dice que mi estilo es vintage. Cuando me lo dijo tardé en procesar la información unos minutos, siempre pensé que mi estilo era más bien "una mezcla de varios" o "según mi estado de ánimo".
Pero es cierto, me gustan los detalles vintage.
Por suerte o "desgracia" este otoño veremos en la calle estilos de los 50, 60, 70, 90. Digo por desgracia porque prometí ajustarme el cinturón para lo que queda de año, desgraciadamente no hago más que encapricharme de cosas bonitas con aire vintage. Aquí fue cuando me di cuenta de que Isaac no iba del todo desencaminado.
Pero veamos cuales son las cinco propuestas.
Propuesta número 1 Estilo 50's - La esencia se encuentra en las curvas ¡bien!, al ser delgada busco ayudar mi figura con lo que me pongo, y los estilos rectos no son para mi.
De las pasarelas internacionales me quedo sin lugar a dudas con la visión que Marc Jacobs pintó para Louis Vuitton, maravilloso el look.. ¡y que decir de esos zapatos!
Propuesta número 2 Pantalón campana - No soy de tirar mi ropa por orden y mandato de la moda. Me rijo más bien por las cosas que me gustan, me sientan bien y me apetece en el momento. No, no he tirado mis pantalones campana, ni tampoco los he dejado de usar. Reconozco que no me los he puesto con mucha frecuencia y he ido enfundada en mis pitillos como el resto de la humanidad, pero he contado con ellos como workwear. Me gusta la propuesta que nos hace Akris.
Propuesta número 3 Vestidos suéter - Otra prenda que no he dejado de utilizar. En mi caso toca un poco de reciclaje, en lugar de ponérmelo tal cual y con botas (lo podremos ver así también este otoño-invierno), probaré la propuesta de A Détacher: calzas y tacones. O la de Isabel Marant con cinturón y tacones.
Propuesta número 4 Folk Deluxe - Mix, prints inspirados en la naturaleza, tejidos vaporosos y unos 70's que regresan con su lado más lujoso y ostentoso. Me gusta la propuesta de Marc Jacobs y me rindo a la de Kenzo.
Propuesta número 5 Après ski - Nos dejamos los skis en casa pero salimos a la calle con el look. No nos podemos quejar ya que frío no vamos a pasar. Otro ¡bien!.
Apasionada del chocolate como soy, ya era hora de preparar algún postre con el tesoro negro como protagonista.
Pero como ya he comentado en otro post, los postres no son lo mío. Me los como, sí, pero no se me dan bien hacerlos. Sin embargo, tengo que perder el miedo. Si no los hago nunca, precisamente nunca aprenderé hacerlos.
Mi mala experiencia con los bizcochos me viene de la primera vez que me puse a hornear. Tenía 13 años, no se porque me dio, pero cogí la receta, reuní los ingredientes y me metí de lleno en la masa... todo un desastre, el bizcocho quedó durísimo y para colmo, más tarde descubrí que me había equivocado en las cantidades.
Recuerdo que nadie lo comió y hubo que tirarlo. Quedé traumatizada y peor aun, traumaticé a mi familia.
Lo que os traigo hoy me salió muy rico de sabor y no del todo mal de textura. A diferencia de las cosas saladas, con las dulces soy muy crítica, por lo que siempre me acaba decepcionando el resultado.
Esta receta la "he capturado" de Food & Cook, blog que sigo no sólo por sus propuestas sino también por la cuidada estética de la página y sus bellísimas fotografías.
Ingredientes
300 gramos de harina con levadura integrada
40 gramos de cacao en polvo
1 cucharadita de levadura
220 gramos de azúcar
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
160 ml de aceite vegetal
125 ml de leche
180 gramos de chocolate con leche troceado
Preparación
Utilizamos dos bol. En el primero mezclaremos los ingredientes secos, la harina, el cacao en polvo, la levadura y el azúcar. Deben quedar bien mezclados ya que una vez mezclemos los ingredientes secos y los líquidos no vamos a batirlo mucho.
En otro bol pondremos los ingredientes, primero los huevos que batiremos ligeramente, seguidamente irá la vainilla, el aceite y la leche. Lo mezclamos todo bien hasta que estén bien integrados.
Haremos un hueco en el centro del bol donde tenemos los ingredientes secos. Depositamos la masa líquida y la integramos suavemente con cuidado, no lo batiremos en exceso para que nos quede esponjoso, sólo lo necesario para que ambas mezclas queden integradas.
Añadiremos los trocitos de chocolate, lo integramos sin batir en exceso.
Una vez tengamos la masa lista ponemos 2 cucharadas en cada molde (aprox. 2/3 de su capacidad)
Lo introducimos en el horno precalentado a 180 ºC, y lo dejamos hornear entre 20 - 25 min, o hasta que pinchemos en el centro y la aguja salga limpia.
Ya queda poco para que mis "vacaciones" terminen. Una semana más y mi familia regresa de las suyas.
La comida de hoy es "prepáratelo tu mismo". Hoy tengo el día completo, y aunque quisiera, no puedo preparar el almuerzo.
Pero aun os debo varias recetas, la salsa barbacoa casera, mini muffins de chocolate y la ensalada que lleva el título del post de hoy.
Sin más preámbulos aquí os dejo la receta.
Ingredientes
3 cups de sandía (corté la cantidad que supuse que nos podíamos comer)
1 cup de queso feta desmenuzado (compré queso feta cortado en dado)
1/2 cebolla roja, en rodajas muy finas
Pimienta fresca molida
Aderezo
1/4 cup de vinagre balsámico de Módena
1 cucharada de mostaza de Dijon
1 cucharada de ajo picado
1/2 cucharadita de sal (puse 1 cucharadita)
1/2 cucharadita de pimienta recién molida
3/4 cup de aceite de oliva
Preparación
Mezclamos bien la mostaza de Dijon y el vinagre.
Añadimos el ajo, la sal y la pimienta a la mezcla.
Echaremos despacio el aceite de oliva mientras batimos enérgicamente. En este paso fui vertiendo el aceite poco a poco, paraba y batía hasta que la mezcla se hacía consistente. Así hasta que eché todo el aceite de oliva.
Ya está listo. Colocamos el aderezo en la nevera hasta que vayamos a utilizarlo.
En un bol grande (el que vayamos a utilizar para la comida), ponemos los trozos de sandía, queso feta y cebolla roja. Lo mezclamos bien, pero con cuidado.
Condimentamos un poco con pimienta negra.
Utilizamos la mitad del aderezo y se lo echamos a los ingredientes que tenemos en el bol. Con cuidado lo mezclamos.
Lo guardamos en la nevera por lo menos durante 30 minutos (yo lo serví al instante y estaba perfecto).
Justo antes de servir la ensalada echamos la otra mitad restante del aderezo.
Ayer me echaron de la cocina, bueno sólo en parte, mi prima fue la cocinera estrella y nos preparó una lasaña, muy rica por cierto, para ayudar me encargué de lo "verde". Preparé ensalada de sandía, caerá en otro post... ya se que debo aun la salsa barbacoa casera.
Estuve a punto de acompañar la comida con coca-cola, pero es curioso que cuando mi cuerpo come sano lo último que me pide sea eso. Me pedía más bien zumo.
La noche anterior puse a congelar un plátano para tomarme un smoothie en el desayuno. Pero al final, por no querer hacer ruido con la batidora no lo preparé. Pues bien, ahí tenía yo mi plato de lasaña acompañado de mi rica ensalada de sandía, cuando mi cerebro dijo "¿zumo de brick? ¿por qué no te preparas el smoothie que te querías hacer esta mañana?"
¡Muy buena idea! Saqué el plátano del congelador y me puse con ello.
Os dejo la receta y como siempre hago, mi variación de la misma.
Ingredientes
1 Banana (si se puede congelada)
1 cup/ taza de leche (utilicé leche de soja)
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 huevo
2 cucharadas de azúcar (yo puse sólo una)(se podría sustituir también por miel)
1 pizca de canela en polvo (agregué un poquito más de una pizca)
1 pizca de nuez moscada (esto ya no venía en la receta pero me gusta el toque que le da)
Preparación
Colocar en el vaso de la batidora todos los ingredientes, y batir hasta que quede una mezcla suave. En la receta original la pizca de canela es para que una vez hayamos hecho el smoothie se lo coloquemos a la espumita que se forma, pero me gusta mucho el sabor de la canela y preferí batirlo con el resto de los ingredientes.
Esta parece la semana gastronómica, y en parte lo es.
Estoy feliz de poder cocinar. Sobretodo de poder hacerlo en un entorno tranquilo y despejado. Me explico, me gusta estar sola en la cocina, no tener gente alrededor buscando, haciendo, desorganizando. Cocinar me relaja si estoy sola, pero me estresa si entran y salen.
También está siendo un placer porque lo hago a mi ritmo, sin la presión de que a las 14:05 h la comida debe de estar servida en la mesa.
La receta de hoy la descubrí a través del newsletter que recibo de Javi Recetas. Cuando la vi enseguida me planifiqué para hacerla... de esto hace ya un mes y medio. Ayer por fin me puse manos a la obra.
Preparé para mis comensales, mi hermana mayor y mi prima, gazpacho de sandía y hamburguesa con salsa barbacoa casera (esto será otro post).
El gazpacho fue un éxito. Os dejo la receta esperando que os guste.
Ingredientes
Para 4 vasos
600 gr. de tomate en rama
500 gr. de sandía (sin piel)
35 gr. de cebolla
40 gr. de pimiento verde
1 diente de ajo pequeño
1 cda. de aceite de oliva
Entre 1 y 3 cucharadas de vinagre de vino blanco - al gusto. (yo utilicé vinagre de vino tinto)
2/3 cdata. de sal
Preparación
Lavamos bien los tomates y el pimiento.
Damos varios cortes a la cebolla y al pimiento, no es necesario cortarlo fino.
Pelamos el ajo, abrirlo por la mitad y a lo largo para quitarle el corazón.
Cortamos los tomates en trozos pequeños y ponerlo en el vaso de la batidora. Añadimos el ajo, la cebolla y el pimiento. Batir hasta que la mezcla quede bien fina.
Por otro lado, cortamos en trozos la sandía y le quitamos las pepitas. Lo echamos en la batidora, añadir la sal, el aceite y el vinagre. Batir durante unos minutos para que quede todo muy fino.
Lo probamos y rectificamos la sal o el vinagre, según el gusto (yo lo rectifiqué a mi gusto).
Para terminar lo metemos en la nevera para poder tomarlo luego fresco.
El día de hoy ha sido muy gratificante. Me he despertado bien temprano. He sacado a Gaudí, nuestro Golden Retriever, y me he ido al gym.
El domingo, pasé hambre, pura pereza por supuesto. En mi agonía entré en el blog de Food & Cook, y lo que vi no sólo me abrió aun más el apetito (no se que me movió a tal tortura), sino que también me dio un toque a la cordura, no podía morir de hambre sólo por pereza a cocinar. La familia está de vacaciones, y parece que la única forma de supervivencia es hornear pizza o cualquier cosa que se prepare en menos de 15 minutos.
Decidí hacer de ama de casa, de ahí el madrugón.
Me bajé el ordenador a la cocina, para escuchar una mezcla de música tradicional + blues de Mali, organicé mi espacio de trabajo, emplacé los ingredientes y ya estaba lista para empezar.
El menú fue simple: cinta de lomo; ensalada de higos y en lugar de pan, muffins salados.
Antes de entrar en los ingredientes he de decir que la receta de los muffins la he tomado de Food & Cook, aunque tuve que variar los ingredientes ya que la inspiración culinaria me vino un domingo y ya era tarde para encargar cebollino fresco o ir a un súper más grande a buscar el queso que en el blog recomendaban.
Aquí os dejo la receta de los muffins, con mi variación.
Ingredientes
12 unidades
220 gr. de harina
1 cda. de azúcar
1 cda. de levadura en polvo
1/2 cdata. de sal
250 gr. de queso Old Amsterdam (yo utilicé gouda envejecido)
3 cdas. de cebollino fresco (tuve que utilizar seco)
1 huevo
220 ml. de leche
35 ml. de aceite de girasol
1 cdata. de bicarbonato sódico (**modificación de la receta)
Preparación
Utilizamos dos bol. En uno de ellos pondremos los ingredientes secos: harina, azúcar, levadura en polvo, sal y bicarbonato sódico, los mezclamos bien. Reservamos. **Tamicé la harina, la levadura y el bicarbonato sódico todo junto, para que la mezcla coja aire y quede más esponjoso.
Rallamos el queso y picamos el cebollino fresco en trozos pequeños. Reservamos.
En otro bol mezclamos los ingredientes húmedos: huevo, lo batimos ligeramente, añadimos la leche y el aceite, y lo batimos hasta que quede una mezcla uniforme.
Añadimos los ingredientes húmedos a los secos y mezclamos hasta que ambas masas queden integradas, pero sin batir mucho para que no pierda esponjosidad.
Añadimos el queso y el cebollino, y mezclamos la masa. Quedará una masa ligeramente densa.
Precalentamos el horno a 190 ºC
Pasamos la masa a los moldes para muffins (papel, silicona, aluminio), lo introducimos en el horno durante 20 - 25 minutos.
Una vez se haya cumplido el tiempo los sacamos y los dejamos templar en la rejilla.
Masa lista para el horno
Muffins horneados
**Textura que adquiere con el bicarbonato sódico
Ensalada de higos, peras, pasas, nueces, tofu. Aderezo: aceite de oliva, bálsamo de módena y sal
Estos meses he visitado sitios geniales, donde se come delicioso. Asistí a mi primera murga uruguaya, muy parecida a las de Cádiz; me he aficionado a los tacos y a la comida picante, a cocinar para "picniquear". Sin embargo, he tenido abandonado el blog.
He estado flotando en una nube, de la que aun no me he bajado y de la que por el momento no tengo interés en hacerlo. Pero ha llegado la hora de volver a escribir.
Hace una semana quedé con unas amigas, el plan era cenar "X" y salir a tomar unos buenos cócteles. Pero el día anterior descubrí accidentalmente en Chueca un local de hamburguesas y mi planteamiento cambió "cenemos rico y si eso tomémonos unos cócteles". Cenamos rico, dimos un paseo y regresamos a casa pronto.
Peggy Sue's ha sido mi gran descubrimiento del último día del mes de julio. El local es muy de los 50's, da la sensación de que al pasar por la puerta retrocedamos varias décadas. Fluorescentes rosados, una barra corta donde comer, la tele con imágenes de la época en blanco/ negro y una rocola.
No probamos toda la carta, pero puedo decir que lo que ordenamos estaba delicioso, desde las bebidas hasta el postre.
Los precios le quedan lejos a los de la época, obviamente, pero son adecuados dada la calidad de la materia prima. Visitad la website.
Acerca del trato recibido me reservo el juicio, hicimos reserva en el último turno y no creo que sea la mejor hora para ser atendidos, ya que después de una larga jornada de trabajo lo único que quieres es irte a casa a descansar. Concedamos pues el beneficio de la duda. Habrá que volver, eso sí un poco más temprano.
Peggy Sue - cebolla a la plancha, relish (salsa de pepinillo dulce picado), ketchup y mostaza
Bebida - Pink Lemonade
Carrot Cake - con nueces y pasas
Brownie - con nueces (¡esponjoso!)
** La foto de la rocola y los postres fueron hechas por mi amiga Evelyn. Por cierto, ella comió pizza y olvidamos fotografiarla.