16 de septiembre y el verano empieza a despedirse. Como llegó tarde se quedó unos días para recuperar.
Yo feliz, por mi, como si se quiere quedar hasta fin de mes. Me aterra el frío.
Además por alguna razón me siento menos atractiva, no se si es porque voy encogida como un bicho bola o es culpa de toda la ropa que me enfundo.
Recientemente en una barbacoa en casa, hablábamos del efecto que produce en las personas las estaciones de otoño e invierno, la manera en la que el carácter nos cambia y los tristes colores que se exponen en los escaparates de ropa.
¡Tengo buenas noticias! este año el gris y el negro no serán los colores absolutos de nuestro armario.
Echemos un vistazo a lo que nos espera esta temporada.
Blanco
Un color que lo asociamos más con el verano que con el invierno. Pero este año al blanco se le ha bautizado como "el nuevo negro". Las texturas irán enriquecidas con volúmenes, los tejidos superpuestos. Encaje y brocado presentes, pero no sólo en este color. Todo
ello con detalles como plumas, lazos, pliegues...
Rojo
Para mi, la gran sorpresa. Es uno de mis colores favoritos. El rojo será también protagonista: vestidos, abrigos, calzados y bolsos. Los escotes de vértigo. Siluetas asimétricas. O sencillez y elegancia.
Camel
Es el color comodín de la temporada. ¿Para combinarlo?: tono sobre tono, y poca concesiones a otros colores.
Negro y Gris
Los imprescindibles de la temporada.
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